martes, 10 de noviembre de 2009

Literatura actual.


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Tierras de comercio denominadas ante la egipcia y faraona Hatshepsut, como el País de la Canela, británicos, franceses, e italianos ocuparon milenios después algunos de esos territorios que en 1960 pasaron a constituirse en país de nombre Somalia, gobernado por su presidente que resultó asesinado en 1969, seguido por otro elegido por la junta militar tras un golpe de estado.
Por estos años Somalia tuvo a la URSS como amiga y protectora hasta que Moscú se puso de parte del enemigo, la vecina Etiopía con la que Somalia había entrado en guerra.
Las condiciones extremas de pobreza llevan a un grupo opositor al poder. Pero enfrentamientos entre clanes y etnias conllevan a la desintegración del país en varios gobiernos y zonas como Somaliland, Jubaland, Puntland.
Ya sin un gobierno central, en 1992 la ayuda humanitaria es rechazada junto con las tropas estadounidenses que la reparten.
Se realizan algunos intentos internacionales por reunificar y gobernar un país cultivado de miseria y muerte, mientras en el mar pesqueros y buques de distintas naciones aprovechan la desprotección de las aguas para acabar con la pesca y verter residuos frente a sus costas. En 2001 Estados Unidos reaparece en el Golfo de Adén liderando una coalición antiterrorista, que reordena el Cuerno de África en distintas porciones, entregándolas al mando y control de señores de la guerra. Cansados de extorsiones y pagar enormes tributos a los anteriores, comerciantes de la urbe buscan estabilidad y dan soporte a la Unión de los Tribunales Islámicos que en junio de 2006 toman la capital, Mogadiscio.
Pero este nuevo orden no satisface al Pentágono y se acusa a los islámicos de dar cobijo y nutrir a organizaciones terroristas, con lo que se procede a terminar de armar hasta los dientes a tropas cristianas etíopes, que ya venía Washington entrenando y mimando desde 2002. Armados y con apoyo de aviones, buques de guerra y otras tecnologías estadounidenses, en una semana y un día los etíopes toman Mogadiscio, y junto con unos 20.000 soldados se instaura un nuevo presidente de transición al gusto de los Estados Unidos que una vez hecha la guerra, llamó instando a la ONU para que desplegara en la zona un ejército de Paz.
Así las cosas, el número dos de Al-Qaeda, Ayman Al-Zawahiri, llamó a la resistencia. Instó a todos los musulmanes a responder al llamado de la yihad en Somalia. (...) La verdadera guerra va a comenzar con múltiples ataques contra las fuerzas etíopes de agresión. (...) Recomiendo las emboscadas, las minas, las operaciones suicidas, la guerra de guerrillas en Afganistán e Irak. Al tiempo, Abdulharim Ali Modei, portavoz de los Tribunales Islámicos, aseguró que su movimiento “no había sido vencido. Sus hombres se rehicieron al sur del río Juba, fronterizo con Kenia, territorio en el que los etíopes en combinación con fuerzas especiales estadounidenses, y aviones de combate AC-130 con base en Djibuti, persiguen y dan muerte a los islamistas.
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7°59′N 49°50′E. Eyl Tohwn, Puntland.

Tras combatir para algunos ejércitos, y cuando no había guerra pescar, Abshir por fin a conseguido estabilizar su situación, hoy a dormido con su segunda esposa y echo el amor con ella mientras su primera amamantaba los lloros de Osama su segundo niño y cuarto hijo.
Al asomarse por la ventana y mirar donde el Mar Rojo se abría océano encontró un mar plata picado y una columna de humo negro que partía denso, de alguna embarcación en llamas diez o quince millas mar adentro.
Aún desnudo encendió un cigarro, cogió teléfono, y llamó al geek ucraniano de cuya tripulación era el segundo de abordo, para obtener explicaciones sobre esa columna negra que debía estar humeando al mismísimo Alá.
Con más de veinte embarcaciones algunas retenidas mar adentro, otras en el puerto, todos los días traían novedades. Colgó tranquilo y sabiendo que no tenían nada que ver se puso unos minutos a jugar béisbol con la Wii, y siguió camino, al salir de casa charló con uno de los traductores, y conduciendo su nuevo Hyundai llegó al muelle donde habían amarrado al carguero alemán con bandera argentina y dieciséis tripulantes.
Saludado por varios centinelas y sus AK-45 al hombro, que vigilaban en cubierta, procedió a revisar el confinamiento y bienestar de los retenidos, relevó al que había comandado la noche terminando de desayunar y siguiendo lo establecido para conocer la última hora en cuanto a las negociaciones, y tramitación de el abono de 1,5 millones de dólares requerido como concepto de liberación, solicitó comunicación con Londres.
de bandera argentina con sus 16 tripulantes.
Saludado por varios centinelas que kalasnikov al hombro vigilaban en cubierta. Revisó el confinamiento y bienestar de los secuestrados, relevó al cabecilla de la banda que terminaba de desayunar y pidió conexión con Londres para conocer la última hora en cuanto a las negociaciones, y tramitación de el abono solicitado en concepto de liberación, 1,5 millones de dólares.

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